Ampudia, es un Municipio situado en el ángulo Suroeste de la provincia de Palencia. Presenta una evolución demográfica, una organización del espacio y una economía agraria comunes a la mayoría de los núcleos rurales distribuidos por la cuenca sedimentaria de la Submeseta Norte. Su extensión actual es de 131,33 Km2, gracias a que el once de junio de 1971 se agregase la pedanía de Valoria del Alcor, siendo así uno de los mayores municipios en extensión superficial de la provincia.
Tres elementos fundamentales, repartidos de forma desigual por el término municipal, configuran el territorio y sirven de soporte a una notable diversidad paisajística: páramos o alcores, campiñas y cuestas.
Los páramos ocupan casi tres cuartas partes del Municipio: se tratan de plataformas desarrolladas sobre rocas calizas, que ofrecen un aspecto de grandes llanuras a una altitud entre 840 y 860 metros, sólo accidentadas por pequeñas hondonadas, y que forman parte de los llamados Montes Torozos.
Por el Noroeste el término se abre a la amplia planicie de Tierra de Campos, modelada sobre arcillas, margas y arenas por los procesos de erosión. Las cuestas marcan la transición entre el nivel de los páramos y la campiña y alcanzan un notable desarrollo especialmente en el Este del término, en los márgenes del Arroyo El Salón y sus afluentes, que recogen las aguas de escorrentía y han ido descarnando los bordes del páramo, esculpiendo cárcavas profundas. Este sustrato geológico sirve de soporte a un paisaje diversificado, con múltiples contrastes y variedad de recursos, sobre el que históricamente se construyó una economía agraria equilibrada y respetuosa con el medio natural, y en algunos momentos muy productiva.
De este modo, podemos decir que se sitúa en el medio de dos unidades morfológicas típicas de la zona sedimentaria de la Submeseta Norte, los páramos calcáreos y las campiñas arcillosas.
El clima de la zona, es un clima mediterráneo interior o de degradación continental, caracterizado por una alta oscilación térmica y lluvias bastante irregulares. De esta forma, tanto el clima como el tipo de rocas que forman el suelo van a condicionar los cultivos y el paisaje agrario.
La preocupación por el medioambiente está alcanzando una posición relevante dentro de la escala de valores de nuestra sociedad, identificándose progresivamente como uno de los factores principales del concepto de «calidad de vida». Esta concepción integra el medioambiente como un elemento más dentro de las estrategias de desarrollo, superando el tradicional enfrentamiento entre conservación y desarrollo.